Oscar Niemeyer fue uno de los arquitectos más importantes a nivel internacional del siglo XX, uno de los pioneros a la hora de explorar las posibilidades, a nivel de construcción y expresión, del cemento armado; colaboró durante varios años con Le Corbusier. Aunque defensor del utilitarismo en arquitectura, sus creaciones no tienen la «frialdad del bloque» frecuentemente censurada por los críticos posmodernos. Sus edificios reflejan el uso de formas dinámicas y curvas tan sensuales que muchos admiradores han visto en él a un escultor de monumentos más que a un arquitecto. A veces, algunos críticos han considerado este rasgo de su estilo como un defecto. Oscar Niemeyer y sus contribuciones a la construcción de la ciudad de Brasilia quedan retratados y parodiados en la película francesa de 1964 El hombre de Río, en la cual participó el actor Jean-Paul Belmondo. En 1988, ganó el premio Pritzker.