«Nuestras vidas son inseparables del espacio, la luz y Del orden al igual que no podemos vivir sin pan y sin dormir.» Estas palabras de Le Corbusier constituyen el concepto inspirador para este proyecto residencial en Chongqing. Aquí se encuentra un mundo lejos del caos de la ciudad. El espacio se hace líquido en una superficie de 700 metros cuadrados dividida en solo cuatro áreas. Techos de gran altura proporcionan espacio a la contribución de Poltrona Frau a esta elegante y sobria atmósfera. Estable y mesurado, el carácter del propietario y de su mujer, se materializa perfectamente en el uso de tonos neutros en toda la casa. La sala de estar y el comedor, donde la luz del día procede de unas grandes ventanas de suelo a techo, están dominados por tonos de gris y arena. Dos salas de estar contiguas crean múltiples espacios de convivencia y relajación; en el de la izquierda, se encuentra el sofá GranTorino y dos sillones Archibald con una mesa de café redonda Ilary en el centro, todo ello diseñado por Jean-Marie Massaud. El jarrón de cristal gris Blue Pallo de Carina Seth Andersson refleja la luz y el momento. En la segunda sala de estar, con una moderna y blanca repisa para chimenea, un sillón Mamy Blue de Roberto Lazzeroni y un puf combinado crean el rincón perfecto para leer. Desde el despacho hasta el dormitorio, cada pieza de Poltrona Frau encaja a la perfección en la casa.

En la zona de la TV, donde los tonos grises caracterizan el espacio, se encuentra el famoso sillón Dezza de Gio Ponti, en un resplandeciente azul claro, con una mesa de café Fiorile. 

En el despacho, se sitúa la librería Lloyd con la silla de oficina de presidente Downtown, completado todo ello con el jarrón Leather Pot. El comedor principal se abre a la luz y la naturaleza a través de la fachada de cristal ante una mesa Bolero rodeada de sillas Montera (ambas de Roberto Lazzeroni), mientras, en el segundo comedor, encontramos una versión redonda de la mesa Bolero con el tablero giratorio Lazy Susan. Las sillas Montera, en blanco y negro, y el armario alto Fidelio completan la escena. La cama Fidelio Notte y un sillón Nivola, ambos diseñados por Roberto Lazzeroni, son los protagonistas del último espacio, la zona de noche, en los mismos tonos que caracterizan todo el hogar: gris, blanco y arena.