Carlo Mollino (Turín, 1905-73) fue un arquitecto que se dedicó por igual al arte y a la técnica, encarnando la figura del polímata renacentista italiano en el contexto de la modernidad. Fue deportista e intelectual culto. Además de diseñar edificios, interiores y muebles, fue fotógrafo, escritor, esquiador, piloto acrobático y profesor en el Politécnico de Turín. En la década de 1930, fue uno de los pocos arquitectos, a nivel internacional, que introdujo elementos del arte y la cultura surrealista en el Movimiento Moderno. Libre de cualquier posición ideológica rígida, continuó definiendo una forma sintética de eclecticismo que prefiguraba lo contemporáneo. Tomando la naturaleza como fuente tanto para la ingeniería como para la belleza armónica, Mollino buscaba esencialmente ligereza y dinamismo, cualidades que infundía con entusiasmo en su arquitectura orgánica y sus muebles.